La minería de datos no deja de aplicarse a multitud de sectores que han visto en esta tecnología una oportunidad de crecimiento. En esta ocasión, ha sido la industria alimentaria la que ha encontrado en el Big Data una manera de comenzar el proceso de digitalización.

El análisis de la gran cantidad de datos que se generan cada día por los consumidores ha sido, para muchas empresas e instituciones, una forma de conocer mejor a los usuarios y crear para ellos un producto mejor y más personalizado. La industria alimentaria ha sido la última en sumarse a la moda del Big Data.

En declaraciones a Efeagro, el director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, indica que “el Big Data nos da una gran oportunidad para conocer el comportamiento y las demandas del consumidor, que incluso de forma subconsciente da información sobre cómo actúa y compra y eso nos da la opción de satisfacer mejor sus necesidades”.

La digitalización, en esta ocasión a través del Big Data, es uno de los agentes que puedan llevar al crecimiento del sector y, para ponerla en marcha, quieren conocer otros casos de ese nicho de mercado que les inspiren. Por eso, FIAB participa en varios encuentros organizados por empresas de la industria como el Food&Drink Sumit.

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El informe ViewPoint señalaba en 2016 que los empresarios del sector ven el Big Data como una oportunidad y que más del 25% de los encuestados indican que la aplicación de este instrumento ya ha impulsado su productividad y creación de valor. 

Algunos centros como AINIA ya han desarrollado proyectos de aplicación de la minería de datos en la alimentación. En el caso de esta empresa, la iniciativa BigFood nació con el objetivo de desarrollar una tecnología especializada en el tratamiento avanzado de información sectorial agroalimentaria para su transformación en conocimiento que pueda ser utilizado de manera efectiva.

La implementación de herramientas y técnicas de tecnología avanzada permite la comparación compleja y detallada de los datos, el monitoreo en tiempo real y obtener información predictiva, con la que las empresas pueden tomar decisiones basadas en hechos para gestionar y mejorar el rendimiento, de forma reactiva y predictiva.